miércoles, 10 de junio de 2009

LAS PALABRITAS SE LAS LLEVA EL VIENTO

Muchas veces decimos de todo. Tenemos una boca ASÍ de grande para soltar una sarta de palabrejas, que sintamos o no, queramos o no decirlas... salen por ella sin poder volver a entrar.
Sí, una lástima. Cuántas veces nos hubiera gustado mordernos la lengua en vez de haber dicho a saber qué... que después nos vemos obligados a cumplir. Bueno, o no.
Claro que no. También hay muchísimas cosas que se dicen, que no tienen ningún tipo de validez. Las decimos porque en el momento salen así... y luego, nos damos cuenta (o no) de que solo han servido de floritura. Entonces... ¿para qué se dicen? Si total, hubiéramos quedado mejor sin haberlas dicho. Eso seguro.
Bah! Qué más dá. ¿No? ¿Quién se da cuenta de todas esas palabras que se lleva el viento?
Omitamos la respuesta.

Bueno, palabrOs aparte... comienza la cuenta atrás. Mañana último exámen.
Ésto es un martirio... al que pronto volvere de nuevo. =(
Qué desmotivación.
Al menos sé y me reafirmo con algo: Si quiero, puedo.
Pero... ¿Cómo volver a querer con la misma fuerza?

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