jueves, 14 de enero de 2010

DIAS ROJOS

No sé si es el cúmulo de tanto trabajo, la falta de sueño, el poco tiempo, el clima, mi abuela... o no se qué, que hacen que mi estado de ánimo se vuelva su amigo más intimo, y se una a todos y cada uno de esos factores para hacer de mis días algo más frustrante todavía de lo que lo son de por sí solos.
Yo no soy así, soy vital, alegre y positiva. Pero desconozco el motivo por el que ahora mismo no dejo de ver negro lo que es blanco, y de buscar lo negativo absolutamente a todo. Se acumulan los días en los que llega la media tarde con todas mis ganas completamente apagadas, de mal humor, triste, sola. No puedo evitar el sentirme así si no tengo nada más para entretenerme que una pantalla con miles de hojas en word esperando a ser reescritas una y otra vez... así sin parar, en cada clase, en cada asignatura, en cada quedada de grupo y en cada trabajo individual en casa.
Después llega el viernes, y mis compañeras de grupo de trabajo, de clase, de mesa, de risas y charlas, de confesiones. Mis amigas más cercanas ahora mismo. Y me proponen, o deciden, pasar el día en Plaza, comprar un poquito, perder una pizca de estrés, dejar de ver el blanco de la universidad, y hacer el trabajo en una cafetería, alejadas de la estresante y agobiante urbe, con una breve sesión entretenida de shopping y de chicas al fin y al cabo... y empiezo a ver como el aire, puede volver a entrar en mis pulmones aunque sea un poquito.
Necesito esas horas de desconexión, aunque sean a la vez de trabajo. Pero a la vez me siento mal, no puedo evitar sentirme fatal porque sigo sin pisar el hospital. No  he sacado tiempo para ver a mi abuela... y sin embargo lo encuentro para despejarme un poquito. 
¿No veo más allá de mis narices? :(
No sé que hago mal, pero tampoco siento que haga las cosas bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario