jueves, 28 de enero de 2010

VAYA DIA COLEGA

Días buenos, días malos... puedes pasar de uno a otro sin apenas darte cuenta, en una milésima de segundo, por cualquier tonto e insignificante motivo.
Ayer fue un día raro. Raro pero bueno. Había dormido escasas 5 horas porque tenía el exámen más gordo del cuatrimestre, estaba un poco dormida... pero para nada nerviosa. Lo cual me aumenta la autoestima enormemente, porque me hace sentir más madura, más mayor. Me hace recordar la charla que tuve hace un año exactamente por estas fechas, con mi por aquel entonces tutora, Sheila. Le contaba lo mucho que me costaba estar serena ante las grandes pruebas en las que me exponía en la universidad. No podía exponer con tranquilidad, ni hacer un exámen, ni enfrentarme a algo con lo que estuviera en juego un buen pellizco de nota... sin temblar y dudar de mí misma, de mi trabajo, de mis aptitudes y posibilidades. Me volvía otra persona. Era el ser más inseguro que existia sobre el planeta Tierra...
Sin embargo, ahora todo es diferente. Poco a poco he vencido esa pared que veía casi imposible de derribar, he superado esa sensación tan axfisiante... y ahora soy capaz de estar prácticamente tranquila ante cualquier reto que me venga por delante. O al menos, muchísimo más que antes.
Eso es lo que me ha pasado en los últimos exámenes... y en el de ayer igual. Querer es poder. Y cada día que pasa lo tengo más claro.
Al llegar a casa, ¡parecía que me había quitado media vida de encima! hacer ese exámen, y hacerlo medianamente aceptable, era algo reconfortante, puesto que las esperanzas de aprobar todas eran un poco lejanas... estas cosas ya casi no pasan. Pero estaba empezando a ser probable. :)
Dormí... descansé, me desperté a la hora que se me acabó el sueño. Fue una tarde relax. Totalmente necesaria en dos semanas de no lograr dormir ni siquiera una media de 7 horas.
La parte negativa tenía que llegar tarde o temprano... tardaba. La alegría de ayer tras el exámen, y esas grandes esperanzas de aprobar, se han desvanecido hoy tras la super charleta de la profesora, de sus super palabras siempre taaaan " motivadoras" (esto es completamente irónico). Trabajo, exámen... todo en el mismo saco. Un desastre.
Ahora resulta de que el motivo principal por el que entré y estoy en esta universidad y en esta carrera... se vé desvanecido y puesto en duda por una profesora.  Me duele horrores. Pero he de demostrar que me sobra la creatividad, el esfuerzo, trabajo y las ganas para estar donde estoy.
Por la tarde más de lo mismo... (se salva algo, claro que sí. La compañía :D). Pero lo demás... torpezas que han sido más desastre todavía... y broncas de las que empiezo a saturarme muy mucho. Broncas que me colman, que me desmotivan, que me hunden, que odio y no soporto...
Mañana será otro día.

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