sábado, 1 de mayo de 2010

En realidad, es un niño pequeño. Tiene cosas que lo demuestran una y otra vez. Pero sin embargo, sabe cuando tiene que ser un niño grande. Me devuelve la parte irracional que muchas veces hace falta y me hace ver la parte más divertida de las cosas. Insisto, es demasiado difícil de explicar y de hacer entender. Tan poco tiempo no debería ser suficiente, pero lo cierto es que lo ha sido. No me recrimina nada, ni se molesta cuando quizá debería haberlo hecho. No tiene en cuenta mis cambios de humor ni es impaciente a la hora de esperar. Sabe estar cuando hace falta y desaparecer cuando no. Tiene la capacidad de sorprender haciendo el mejor uso de las pequeñas cosas, y aunque tiene el don de lograr que le quiera muchísimo,  tambien sabe como sacarme de quicio en cuestión de milésimas de segundo. Sí, en realidad creo que le odio. 
No, no es cierto. La verdad es que ya no sabría como estar sin él. Me respeta como nadie, me cuida, me quiere. ¡Me hace sentir tan bien! dibuja en mi cara sonrisas una y otra vez y se preocupa de que no desaparezcan.
He is wonderfull.

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