Voy a acostarme ya, a ver si consigo despegarme de todas esas chispas que vienen tras de mí. No es el momento. Y tampoco el lugar de seguirme. Creía haberles recordado que estoy ocupada, y que no debían molestarme. Pero son de unos colores tan bonitos... que casi casi caigo en su hipnosis. Llevan su olor, el mismo que me envuelve y se choca con la punta de mi nariz, que juguetona, intenta perseguirlo mientras provoca el desorden en todos mis sentidos. Ves, ves... ya está volviendo a suceder. Es tan... divertido.
Ángela
No hay comentarios:
Publicar un comentario