viernes, 23 de julio de 2010

aaaaaarrrrrrrrrrrG!

ATENCIÓN: Quien vaya a leer esto que se prepare para no entender NADA. Absténganse Sarita, Patri o Laura :)

Estoy enfadada. Muy enfadada. Y quizá no debería estarlo, pero no puedo evitarlo.
Mañana nos vamos a pasar el fin de semana a Calafell. Melocos actúan allí por la noche, y como mis padres van de super modernos, o algo parecido, pues nos vamos para que mi hermana los vea.
Claro, a ver quien es la guapa que se queja, después de que a mí el verano pasado me llevaran a Laredo a ver a David.
Todo es genial, a mí Melocos me encantan. Y si no existiera el pequeño inconveniente que hay, todo sería perfecto. No pueden llevarme a Barcelona a ver a Melocos de propio... ¡¡cuando Bustamante está allí también dando otro concierto!! Es algo que me saca de mis casillas sin querer, que me enfada, me cabrea.
Insisto, ellos me gustan. Y mucho. Pero David... es David. Es inexplicable, ¡es él! Y necesito volver a verlo. Y puedo aguantarme... ¡hasta que lo tengo al lado!
Llevo todo el día de mal gas. Y es la única explicación que le encuentro. Quiero ver a David, ¡quiero verlo!



Y en especial...
esa sonrisa!





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