martes, 25 de enero de 2011

Escribo

Sí, escribo. Siempre escribo. Escribo porque a veces siento que únicamente así voy a poder decir todo lo que yo quiera. Sin interrupciones. Sin que parezca que el receptor de tu información se vaya a cansar de escuchar siempre la historia que tienes preparada cada vez. Porque es bonito hablar sin parar, soltar todo lo que necesitas sin guardarte nada y poder dar a la tecla de borrar cuando quieres decirlo más claro. Es una de las cosas más tranquilizantes que existe. Escribir. Escribo, porque en realidad, sigo esperando, que quien no me escucha, me lea. Aunque parezca macabro. Espero que mis palabras desordenen conciencias. Lo más excitante es que por mucho que yo espere, nunca sabré si en verdad ha sido leído. Bueno, rara vez. Porque creo que siempre hay una persona, entre los miles de millones que existen, que por casualidad, o no, caiga entre mis palabras y reflexione para sí con ellas. No puede ser tan difícil. Seguro que sí. Aunque sea una sola.
Escribo también para que el aire sepa lo que me pasa, cuando ni yo misma lo sé, o cuando sí, para compartirlo cuando nadie más tiene tiempo de interesarse por mí. Escribo, porque me gusta imaginar que todo lo que siento, lo siente alguien también, y quizás algún día, se encuentre con ello y sonría. Porque siento muchas cosas y es la única manera de escapar, de no ahogarme con todos estos sentimientos. Es una manera de colocarlos cuidadosamente en formol. No puedo contarlo más claro aquí, es mi máximo reflejo. Escribo, escribo por eso.
Porque es normal, cada uno tiene sus miles de problemas mentales... como yo. Con su burbuja particular, en la que decide meterse de vez en cuando. A mí no me gusta lo de la burbuja. Me agobio. Por eso mejor, papel y boli o teclado y pantalla... eso da igual. Escribo.
Escribo, que quiero. Quiero y no puedo. No puedo y me enfado. Me enfado con el mundo, aunque el mundo no tiene la culpa. La culpa solo la tengo yo, por querer. Por querer cosas que no dependen más que de una actitud, y las actitudes solo dependen de personas. Personas que...
Personas.
Escribo porque me encuentro, y así me quedo más tranquila. Pero no, hoy no me encuentro ni aunque escriba todo lo que quiero escribir, va a quedar claro nada. Quizás, a veces, escribir no sea todo lo suficiente. Quizás, a veces, lo único necesario sea hablar, hablar con los labios... y dejarse de intermediarios. O callar, callar y olvidar.
Olvidar e intentar volver a empezar. Porque nunca hay que dejar de volver a empezar si las cosas se vuelven del revés.

2 comentarios:

  1. Sabes de sobra que al menos una lectora tienes :)
    Me encantan tus entradas así, porque hacen replantearse algunas cosas... en fin, espero que todo te vaya bien.

    Un beso (L)

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  2. yo también te leo!!!! ^^ y siempre siempre siempre!
    love uu girl

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