Nos gana el mal genio de una lámpara que dejamos encendida,
pero le podemos a todo con las luces apagadas.
Y nos gritamos en silencio, ocultando en reproches las ganas de tenernos,
mientras el miedo a perdernos nos marca goleada.
Dejamos entreabierta la puerta en una historia que no empieza,
sin cerrar, por pánico a que un portazo nos llegue a matar.
Y nos miramos a los ojos en cada palabra escrita que se publica sin querer ser dicha,
buscando reacciones que nos llevarán a la ruina.
Pero es entonces, cuando parece que se apaga, que prende nuestra llama.
Y así estamos, otra temporada en standby, que ni arranca ni se acaba.
Pero significa, que tanto tú como yo, peleamos porque siga.
Y no sé a ti, pero esto a mí, me mantiene con vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario