Me siento totalmente preparada para abrir la caja y empezar a meter todo lo que odiaba de ti, pero soportaba felizmente por lo mucho que me gustabas. Ya puedo meter todas mis ganas de crear solo para ti. Crear una vida (que no quiero vivir), crear un camino (que ya no quiero andar), crear sorpresas (porque ya no te quiero sorprender). Crear aquí, porque ya no te pienso escribir. Estoy cien por cien capacitada para sonreír por encima tuyo y bailar sin ti. Quiero meter todos los nervios antes de volver a verte y todos los besos que ya no te voy a dar, las explicaciones que me harté de darte sin siquiera llegarlas a pensar. Puedo echar la impaciencia al no hablar, los enfados por tu falta de interés, la ilusión si me escribes de pronto, el querer poder. Me apetece volcar todo lo que tiene que ver contigo y con quererme para ti. No es que ya no te vaya a querer, pero no así. Quiero taparla y quemarla, para que desaparezca, como han desaparecido mis ganas de ti. Quizás te las has cargado tú, pero eso es lo de menos. Quiero volver a empezar, pero siguiendo. Continuar aquí, sin ti. Porque estabas todo el tiempo en mi camino sin estar presente. En mi cabeza, en mis decisiones, en mis ideas y en mi conciencia. He empatizado hasta no poder más. Y tú no has podido ni llegarlo a intentar. Nunca te importa nada que no seas tú (no lo suficiente). Ni siquiera para ahora tenerte algo que explicar. De modo que... sí, ya está. Gracias, Uk.
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