lunes, 17 de octubre de 2011

Jóvenes eternamente

Las fiestas del Pilar son algo más que las fiestas de una ciudad. Las fiestas del Pilar comienzan semanas antes, planificando conciertos, noches que empiezan y terminan de día, y modelitos de usar y tirar. En mis fiestas del Pilar hace unos años que todo lo que no fuera sonreír, quedó prohibido. Mis fiestas del Pilar comenzaron hace cinco años. Con promesas que entonces lo valían todo, besos que parecía que no llegarían nunca y con fuegos artificiales en forma de corazón. Con los primeros bailes y cubatas. Con el primer amor y el más bonito. Con miles de suspiros que volvieron casi antes de ser lanzados. Y los dos siguientes los pinté con un poco de gris. De colores apagados, de pocas ganas y de tantos recuerdos enlatados que no dejaban paso a almacenar nuevos. Por eso en el tercero volví a agarrar al toro por los cuernos. Casi dieciocho años y muchas ganas, me sirvieron de pasaporte para conocer lo que realmente era Interpeñas. Ahora, cada año que pasa, esas carpas y yo nos llevamos mejor. Son una ciudad aparte. La desconexión personificada, el buen rollo, el lugar de reunión con tus amigos por excelencia. La cobetura desaparece, porque nadie la ha invitado. Por eso quedas a las 3 en la churrería. O a las 5 en las máquinas de tabaco. Si te apetece hacer de groupie desatada, todos los días tienes más de un concierto a elegir. Luego en la carpa del rock tienes todo lo que necesitas si quieres continuar. Para pasarlo como nunca de canción en canción, la carpa de las peñas tiene un algo especial donde todo el mundo se conoce, y si no, terminarán haciéndolo. Para recenar o almorzar tienes otros mil puestos donde recargar pilas. Para meterte en el corazón de las fiestas, en la gran verbena puedes pasar horas escuchando y bailando las mejores versiones de los temas de los últimos años. Puedes además, ver a algunos de los mejores grupos de Aragón, todo tipo de actuaciones,  o pasar la noche en una enorme disco... y tantas tantísimas cosas son las que puedes hacer y con las que puedes divertirte allí, que el tiempo se pone en pause para dejarte disfrutar. Lo demás lo decide cada uno. Cuanto bebes, o lo que haces... ya depende de la responsabilidad de cada uno. Y aseguro, que cuando si sabes lo que haces y controlas, la diversión está asegurada. 
Este año, las fiestas comenzaron el día 7 con el conciertazo de Despistaos, Nada que decir y el cumple de la rubia :) Fue una nochaza increible como apertura de fiestas. Aunque las demás no se quedaron atrás. También vi a los Melocos o a Capitán, y es que ya sabéis que la música de mis grupos favoritos, vista en directo, es lo que más me gusta del mundo. Ver a Capitán en Pilares no dejaba de ser un sueño, y como era de esperar, salió genial. 
El día 8 comenzaron oficialmente con el desfile de peñas y el pregón. Llegaba la hora de sacar el cachirulo :)
La ofrenda de flores, el día 12 de octubre es una de las cosas más preciosas que he visto. Mucha mucha muchísima gente se viste de baturro y hace un pequeño recorrido para llevarle flores a la Virgen. La Plaza del Pilar huele a flores recien cortadas y la Pilarica está mas guapa que nunca. Tengo 20 años todavía, pero este, cumplí mi veintiuna ofrenda. Y es algo increible. Es una tradición que por el momento, me siento incapaz de romper. Madrugón, vestimenta, Ofrenda, Familia, Almuerzo, Paseo por el centro, comida familiar... es bonito comprobar que año tras año, todo sigue igual.
Es imposible que las fiestas del Pilar pasen sin paseos por el centro de la ciudad, sin respirar ese ambiente tan mágico. La ciudad quedan teñidas de colores, de música y toneladas de gente, que no sé donde se esconde el resto del año, abarrotan las calles. Los niños piden globos enormes de sus dibujos favoritos, los amigos se reúnen en peñas o en grupos enormes y las parejas o familias aprovechan para hacer nuevos planes. Por todo el paseo de Independencia, Sagasta, La Gran Vía o la Ribera del Ebro, decenas de chiringuitos con todo tipo de productos, objetos y prendas, están a la disposición de los ciudadanos. Y los artistas ambulantes, aprovechan para dejarse ver y hacerse notar.
Las fiestas se cierran con un espectáculo precioso de fuegos artificiales que ponen el broche final a una sucesión de momentos irrepetibles que no se volverán a vivir, pero que se guardan con enorme cariño por todos. Cuando la traca final suena, llega la hora de quitarse el cachirulo. Y ya solo queda volver a la cuenta atrás para que otro octubre vuelva a llegar :)

 

Este Octubre ha sido el más impredecible de todos. Muchos, pero que muchos besos se han colado entre tanta música y carcajadas desatadas. Muchas sorpresas, muchos extremos. Recuerdos revividos que parecían enterrados. Momentos que han hecho de estas, unas fiestas inolvidables. Experiencias que te enseñan que la vida son dos días, que siempre va a salir el sol y que debemos dejar de esperarlo todo de manera impaciente, porque las cosas pasan cuando tienen que pasar. No hay que tener prisa. Solo ganas. Muchas ganas de comerse el mundo. Sí. Se puede. Se puede ser joven eternamente.

3 comentarios:

  1. Las fotos estan tremendaaaaaaas, me han encantado (: un beso, te espero por mi blog!

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  2. Increíble. Me encanta esta entrada pequeña ;-)

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  3. Porqe no te eligen a ti para dar publicidad de las fiestas del pilar? Como maña te puedo decir que me he emocionado con tu entrada :)

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