martes, 25 de octubre de 2011

Sentir para creer

Lo afirmo y es verdad. Completamente cierto. Tengo miedo. Tengo un pánico horrible a volver a enamorarme. No me atrevo, me escapo, rehuyo de cualquier sentimiento que se le pueda parecer. Tengo la sensación de que cuando sienta eso que trae consigo tantas mariposas y tantas ilusiones, vendrá también un dolor tan enorme como el que ha venido otras veces. No creo en el amor. Lo siento, pero no. No hasta que me demuestre lo contrario. Él no cree en mí, eso es lo único que sí me ha demostrado en estos veinte años. 
Sí, lo sé, veinte años no son nada, tengo mil experiencias por delante. Igual que dejo otras muchas por detrás, las mismas que me han enseñado a valorarlo todo, a no esperar nada de nadie, y sobre todo, a que ese tal amor, no es nada imprescindible ni para ser feliz, ni para que una vida sea plena. Insisto, hasta que él mismo me demuestre lo contrario. Sentir para creer.

7 comentarios:

  1. Vaya, a veces hay que arriesgarte, como sabes si esa persona te hace creer que el amor existe? :) un beso, te espero en mi blog!

    ResponderEliminar
  2. Mira; nose si el verdadero amor existe o no, solo se que es hermoso y que yo lo sentí en repetidas veces. Y yase que al final, normalmente duele, pero vale la pena mientras se lo vive.

    ResponderEliminar
  3. ese miedo lo tenemos todos! piensa que es normal, es lo que nos hace estar vivos!!!
    Me encanta como escribes!
    muchos besitos gordos!

    ResponderEliminar
  4. hasta que no llega, nadie se entera. Y a veces llega y se va sin que nadie se entere igualmente.

    ResponderEliminar
  5. Muy racional todo lo que dices... pero, cuando te vuelva a llamar a la puerta, te estarás desdiciendo de lo que has dicho.

    Hay 2 cosas que no podemos controlar: nuestro corazón y el puntito egocéntrico que todos tenemos (a todos nos gusta que se preocupen por nosotros)

    Nos leemos.

    ResponderEliminar
  6. Uff, si no fueera por que yo no sé escribir así, hubiera podido afirmar que esto lo he escrito yo.. Me da mal rollito pensarlo, pero sé que es cierto. Desde la última vez, allá hace dos años, que él me destrozo, nadie más ha podido hacerlo, por que he creado tal coraza y muro a mi alrededor que a nadie le es permitido llegar tan a dentro... Uff...

    ResponderEliminar