jueves, 13 de diciembre de 2012

12/12/12 - Lección aprendida

Si algo he aprendido es que cada persona tenemos nuestra forma de ser. Y conforme crecemos, nos damos cuenta de como podemos ser mejores o peores. Cuando somos tan solo unos adolescentes damos mayor intensidad a cada sentimiento, acto o comportamiento, pero a medida que pasa esa etapa y comenzamos a adentrarnos en otra, algo más madura, descubrimos poco a poco cual es la verdadera importancia que merecen las cosas. Siempre los hay que no lo aprenden nunca, claro. Pero por lo general sucede así. Nos damos cuenta de lo que importa y lo que no. De qué y quién merece la pena... o no. Y por ello, somos cada vez más conscientes de las personas que realmente quieren estar a nuestro lado y de las que nosotros mismos queremos que lo estén. Por ello, nos esforzamos porque nuestras relaciones se hagan fuertes con el tiempo, esquiven baches y superen obstáculos. Por ello, luchamos por mantener viva la ley de la reciprocidad, por saber estar, porque saben estar. Aprendemos a adaptar nuestra forma de ser a la de quienes queremos. Y siempre, siempre, llega un día en que te das cuenta. Y eres consciente de lo afortunada que eres por tener a tu lado a personas como las que están. Eres consciente de que quien se ha ido, te ha perdido. Y que tú solo has ganado en aprendizaje. Eres consciente de que las cosas, cambian. Pero siempre, a mejor. Porque de cada paso hacia detrás, tan solo se puede coger carrerilla. Y que el camino es muy largo, pero de lo que no tengo ninguna duda es, de quien va a recorrerlo conmigo.


2 comentarios:

  1. M A R A V I L L O S O!
    me siento muy identificada con este texto..
    Te sigo encantada, me sigues?
    Un beso enorme guapa♥

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