domingo, 11 de junio de 2017

Luz

Noviembre se asomaba frío, traía lo que siempre arrastra el otoño, tras un verano impredecible y septiembres llenos de propósitos que llegas tarde a cumplir. A noviembre le pedía luz, que encajara entre mucho rosa y sobre todo, pastel, unas velas con llama grande, a pesar del miedo. Y se dejara apagar por todo el aire que era incapaz de renovar yo. Le supliqué sorpresa y le puse la fuerza. Entonces llegó. Se acercó con tanto cuidado como vértigo. Trajo luz y la llama se hizo grande en cuestión de segundos. Lo hizo brillar todo y me recordó a lo que había venido yo aquí. Me hizo grande a mí. Me enseñó a sonreír todavía más y lo que parecía imposible: con más pasión. Noviembre me regaló los veintiséis(mil) deseos que había estado pidiendo toda mi vida y los condensó en la sonrisa más bonita con la que me había topado jamás. Y ahora lo que llega, lo hace sólo. Lo que sucede, lo masticamos, sin prisa, sin más. La vida parece un regalo y la verdad, es que saborearla a su lado, me parece el mejor plan. Pronunciar 'juntos' suena a vida y se ve como una luz que cada instante brilla un poquito más.


1 comentario:

  1. Tus palabras huelen a alegría y desprenden una luz que da ganas de sonreír. Que dure este júbilo, saludos. Anna

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