domingo, 4 de octubre de 2009

TROPEZANDO SIEMPRE SOBRE LA MISMA PIEDRA

Y bueno, para eso soy humana. Si no, no me lo podría permitir.
¡Qué narices! Y así tampoco. Pero qué complicadas son a veces las cosas... cuánta importancia damos a lo que no la tiene. Cuantas vueltas podemos llegar a dar a lo isnignificante, y qué cantidad de tiempo podemos invertir en tonterías. Así es la vida. Así es un la cabecita de una cría de 18 años. Así mata las horas, en vez de...

...en vez de nada. Porque no sabe qué es lo que debe pensar, porque de todas esas inversiones en pensamientos que cree profundos, saca lo que luego es ella. Y mentiría cualquier persona que dijera que no ha tenido grandes comeduras de tarro pensando en sí misma. Desarrollando una idea de su persona, que nunca cree acertada. Componiendo una descripción propia que nunca llega a satisfacer del todo.
Benditos 18 años. Vivencias, recuerdos, relaciones, confesiones, sonrisas, lamentos...
Yo creo que todos ellos nos ayudan a crecer. Algún día, no volveremos a caer sobre la misma piedra. Aunque lo hayamos hecho en un pasado tropecientas veces... algún día, dejará de ser así.
No?

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