domingo, 29 de noviembre de 2009

M e l o c o s





Se puede decir que fuí yo quien los descubrió en esta casa. Sí, porque aunque ahora la supermega fan es mi hermana, fuí yo quién se los mostró. Recuerdo perfectamente ese verano. Estábamos en casa de Pilar, y me puso una canción. Fué, yo creo, que la única canción que he oido nunca, que mientras la escuchaba por primera vez, lograba ponerme el bello de punta. La primera vez que una canción me encantaba nada más de escucharla... y es que, normalmente tengo que escucharlas más de una vez para que e gusten. (Sí, incluso las de David) Pero esta no. El cajón del recuerdo. Mi canción.
Al poco tiempo empezamos a oir más y poco a poco, los melocos fueron formando parte de nuestras vidas. Mi hermana cayó en todo lo que ser fan es, y fué con ellos. De modo que inevitablemente... yo también los seguía, aunque no fuera de la misma manera.
Aunque no cantan El cajón del recuerdo en los conciertos ni la han metido todavía en ningún CD, es genial poder estar unos minutos con su compositor y contarle lo que és para tí esa canción. Más aun, comprobar como no le resultas una pesada fan que desea quitarse de encima en cuanto te firme, si no que aun con las prisas, te da conversación y se muestra ilusionado por lo que acabas de decirle. Ese es Andrés, el batería.
Gonzalo fué el primero en dedicarnos su tiempo para firmar, hacernos fotos y demás. Un encanto, pero esto no era nada nuevo, ya lo sabíamos, porque siempre se ha portado genial. Además, sorpresota en el concierto, porque cantó parte de una canción, y lo hizo genial. Un grande, un artista.
Manu es un sol. Tras el concierto pude comprobar lo majísimo que es. Nos dedicó a mi hermana y a mí un montonazo de rato, y estuvimos hablando como si de dos colegas se tratase. Sin prisas (aunque las tenían) sin ningún problema. Un chico increible, un músico increible.
Antonio es con el que menos rato pasamos. Pero es súper súper simpático. Lleva la alegría andaluza allá donde va. En el concierto no se le borró la sonrisa de la cara en ningún momento, y durante el rato que estuvimos fuera con él, no paró de bromear. Super majico.
Y Jaime... lo tiene TODO. Durante el concierto me dejó con la boca abierta tropecientas veces. Solo con moverse ya crea espectáculo, porque TELA como lo hace. 100% entregado en cada canción... y por si fuera poco... tres veces conté que se acercó a 1º fila donde yo estaba... cantando a muy pocos milímetros de distancia, sus ojos clavados en los míos... BUF! Lo que no sé es como pude seguir con el hilo de la canción. xD
Solo salí con ganas de verles un ratito fuera. Y tras conseguirlo, no decepcionaron ni siquiera un poquito.  (L)
Brillantes sobre el escenario... e increiblemente GRANDES fuera de él.






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