miércoles, 11 de agosto de 2010

Su empeño fue convertir sus sueños en realidad.

"Un maño fogoso asesinado a traición por un corazón alegre... pero débil. Sergio Algora murió a los 39 años de edad, y esa no es forma de morir por muy rápido que se haya vivido; con su cuerpo se va un cerebro cargado de ideas brillantes como pequeñas y repentinas explosiones, únicas y contagiosas.


Cantante asmático, barbudo con mirada de niño, su empeño fue convertir sus sueños en realidad. Ahora, como cantó en 'El rey ha muerto', "este es el más triste final de un cuento" "


(leer completo en el final de la columna de la derecha de este blog)

Cómo te estará fastidiando, que todo esto lo aplique a lo que lo estoy aplicando yo ahora :) 
También lo hago con muchas cosas más, de verdad. Seguro que tienes que saberlo. 
Me encantaría que me comprendieras. Que desde donde estés, las cosas se entiendan desde todas las perspectivas... y que, no sé, te alegres por mí.

Ojalá hubiera podido demostrártelo debatiéndolo una y mil veces. Ojalá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario