miércoles, 12 de septiembre de 2012

Y solo entonces te das cuenta...

La vida cambia muy rápido. Eso ya lo se. Las cosas que un día son negras, al día siguiente pueden ser del rosa más bonito. Las caras largas que llevas días acumulando, pueden convertirse en sonrisas. Las ganas que se habían esfumado... pueden volver incluso cuando creías que ya nunca podrían hacerlo. Pero sin ningún tipo de duda, si todos estos cambios son posibles, si todas las mejoras existen... solo es porque tenemos el privilegio de contar con gente a nuestro alrededor, que se encarga de colaborar con la causa. Que te levantan, cuando estás en lo más bajo. Que te provocan la sonrisa, cuando sola no sabes esbozarla. Que te escuchan, cuando solo necesitas contar... y contar. Y que te juzguen. O que te animen. Solo necesitas que estén. Nada más. A veces, es lo único que realmente reúne la fuerza necesaria para lograr que las cosas cambien. Un gesto. Un qué tal. Un como ha ido. Si, a veces, lo demás sobra. Y entonces te das cuenta. De que hay personas que son capaces de alegrarse casi tanto como tu por cada éxito, de preocuparse casi tanto como tu por cada interrogante, y de animarte casi más que tu misma, ante cada duda. Que están, sin condición. Solo están, y son las que más merecen la pena. Lo que no saben es que cada "Suerte" o "Luego me cuentas", dan un soplo mas de vida. Y cada "¿Qué tal?" te dan dos. Y que si sonrío, es gracias a que creo en mi. Pero porque ellos no han dejado de hacerlo nunca. Hoy, mas que nunca, GRACIAS. Porque me hacen mucha falta. Y están :)


1 comentario:

  1. Venga, yo te escribo un comentario en esta entrada tan positiva!! Aunque la gente, como tú dices, se sienta más identificada con las entradas tristes!

    Hace días que leo en tu Twitter que estás tramando algo bueno, así que solo decirte que lo conseguirás, porque aunque apenas te conozco, tienes alma de publicista y talento de sobra. Con lucha todo se consigue.

    Un beso!

    ResponderEliminar