
En cualquier caso, da vértigo, un vértigo inmenso imaginar que en exactamente un mes, o concretamente veintinueve días (porque hoy ya es mañana), voy a subirme a un avión rumbo al lugar que llevo tantísimo tiempo idealizando. De arriba a abajo, de principio a fin. Idealizando cada día, cada aventura, cada persona y cada esquina. Imaginando una vida llena de imprevistos infinitamente imprevisibles. Una vida con mi mejor amiga a mi lado. Un sueño que se dibuja perfecto incluso antes de haberlo mordido. Y probado. Y sí, da vértigo acercarse. Mucho. Da pánico elegir, renunciar a todo lo que conlleva enfrascarse en esta nueva aventura. Y sin embargo... soy irremediablemente feliz. A pesar de todo lo que voy a alejarme, a pesar de todo de lo que voy a prescindir. Porque mi vida es como quiero que sea, y la incertidumbre de cómo voy a manejarla en los próximos meses, sabe tan dulce, como huele mi último mes aquí.
"Al final de lo único que te vas a acordar, es de las cosas buenas...". Y lo cierto es que la impaciencia por aprovechar todos estos últimos días con los míos, en mi casa, en mi tierra, es la misma que por todo lo que me espera allí. Las ganas me avalan. Y cualquier sensación negativa, queda apagada por lo que brilla su opuesta. Here we go!
"Al final de lo único que te vas a acordar, es de las cosas buenas...". Y lo cierto es que la impaciencia por aprovechar todos estos últimos días con los míos, en mi casa, en mi tierra, es la misma que por todo lo que me espera allí. Las ganas me avalan. Y cualquier sensación negativa, queda apagada por lo que brilla su opuesta. Here we go!
Mencanta la entrada toda la razón del mundo y estas guapisima en las fotos! un besazo enorme!!
ResponderEliminarque bonita la entrada!:) que razón tienes
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