lunes, 10 de junio de 2013

Que las ganas se disuelvan en el roce

Te escucho, te miro, te huelo. Te noto aquí. Casi puedo tocarte, casi te alcanzo. Creo que te siento. Te siento tanto como siento que te tengo. Tan cerca y tan lejos a la vez, tanto que me da miedo. Pánico. A que se desvanezca tan idílica sensación que casi puedo acariciar. A dejar de escucharte, de verte, de olerte. Pero es imposible. Porque quiero. Y quiero demasiado. Y me dejo llevar entre tus piernas, cerca, lejos, abiertas. Nos arrancamos las ganas en los besos que te robo. Nos estrujamos entre tantos litros de pasión como ganas, ganas que pueden con todo lo que todavía no sabemos que podemos. Te beso, sin parar, sin querer terminar. Y tu olor impregnado en mis sábanas, y tu voz grabada en mis oídos, como tu mirada en mis pupilas. Y tus labios... tus labios en los míos, sin querer soltarse. Sin querer despertar. Sin poder. Y lo demás qué!? Lo demás no existe, no importa, no está. Solo estoy yo, contigo. Ni sé donde, ni sé como, solo contigo. Que solo puedo acurrucarme junto a ti, cerrar los ojos tan fuerte como tu me abrazas, soñar tan alto como tu me impulsas. Y desearte, tanto, que me desgasto. Que enloquezco de ganas, de ti. De nosotros. De  verte, quererte, recorrerte. De repetir. De volver a sentirte. Otra vez.

2 comentarios:

  1. Me encantó como le distes tanto sentimiento al texto!!!^^
    Un beso grande y solo decir que realmente me ha parecido magnifica la entrada!

    ResponderEliminar
  2. 'Y desearte, tanto, que me desgasto' (':
    Qué hermoso es sentir eso, es único.

    Me encanta como escribís, un beso ♥

    ResponderEliminar