miércoles, 24 de julio de 2013

Como si no pudiera ser

A veces las cosas pasan, lentas y tan rápidas a la vez que dan vértigo. Como el que siente una fiera débil ante unas piernas abiertas, sedientas de una historia de besos robados y sábanas desordenadas. Como lo están las ideas en una conciencia de dudas tan claras que atormentan sonrisas espontáneas. Como lo es dejarse llevar ante las ganas que provoca la distancia cuando quieres y no puedes y sientes y no quieres. Como cuando huyes y caes, pero te levantas y (le) ves. Como hacerlo con brillo del que brilla, con ganas que te ganan, con pruebas que apruebas. Como cuando te lo sabes de memoria, de tanto haberlo trazado. Como si no hubiera más, ni tiempo, ni espacio. Como el limitado por nombres que no han sido puestos, ni se describen con palabras que no saben ser pronunciadas. Como ocurre con el sentido de una historia, que pasa pero no ocurre, que se siente pero no se expresa, que se demuestra pero no se revela. Como un carrete en negativo que se guarda para no ser visto, para restarle sentido, para poder revivirlo.

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