FAN.

Entre libros y apuntes... y por qué no, de mini sesiones de tuenti, me encuentro con fotos, canciones, momentos y recuerdos que me hacen en cierta manera seguir con grandes ganas de seguir estudiando, seguir creciendo y en cierto modo profesionalmente, para aprender a contar cada vez mejor todo lo que dejo atrás. Estoy en el lugar perfecto para mí. Nunca lo tuve tan claro, pero ahora, cada vez más. Aunque me cueste, aunque tenga que sudar mucho para conseguir la cima... sé que estoy donde tengo que estar.

Poco a poco alimentaré estas ganas y más adelante, seguiré contando todo, absolutamente todo. No quiero que nada se quede sin contar, sin ser plasmado de alguna forma ni en ninguna parte.

Ahora mismo, contaré que radio en ganas de volver a sentir en un directo la voz de David a escasos metros de mí. No veo el momento de tenerle frente a mí y descargar el máximo de adrenalina que puedo llegar a sacar.

Es muy curioso, y comprendo que complicado de entender. Tampoco lo pido.

Una voz, un rostro, tan solo eso es suficiente para hacer a una persona feliz. Pues sí.

Esa naturalidad y mil veces demostrada bondad han calado tan al fondo de miles de personas, que se atreven a decir que es un instrumento infalible de felicidad. Lo corroboro: Sí.

Y es que mostrando su sonrisa, es capaz de destapar la mía.

Artículando una única sílaba, es capaz de acaparar toda mi atención.

Y entonando una estrofa, es capaz de hacerme derramar una lágrima.

Esa es únicamente una persona. David Bustamante.