lunes, 21 de junio de 2010

Decepción

Llevo media vida dependiendo del amor. Siempre, del no correspondido además. No me recordaba así, libre de esas cuerdas, desde que tenía... no sé, 10 años. Yo pensaba que eso, o que ellos, eran lo más importante en mi vida. Realmente creía que por muchísimo que quisiera a mis amigos, lo que sentía por los que me idiotizaban, superaba cualquier cosa. Que únicamente podría dolerme de verdad algo si se llamaba amor o tenía que ver con ello.
Claro, estaba muy equivocada. Muchísimo. Porque esto de ahora no lo és. Solo es cariño. O lo era. O no sé. Pero eso, no lo es. Para nada además.
Y me duele. Muchísimo. No pensaba que pudiera hacerlo tanto. Ni mucho menos si pasaba el tiempo. Yo creía que me olvidaría de la situación, que dejaría de aportarme nada y me volvería... sensata.
Pero no. Mi cabeza se ha empeñado en que no debe ser así y me recuerda casi todos los días que me hace falta. No me gusta que sea así. No me gusta no entenderlo. Odio la situación. Detesto haberme acostumbrado a aquello. Y sobre, sobre todo... maldigo haberle pedido que jamás me hiciera daño. Porque cada día que pasa, me lo hace un poquito más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario