jueves, 5 de agosto de 2010

Debemos medir nuestros actos

Parece que las aguas han vuelto a su cauce. A veces no somos conscientes de la increíble magnitud que pueden llegar a alcanzar algunos de nuestros actos. Una simple tontería que creemos, va a ser, poco más que insignificante... se convierte sin apenas darnos cuenta en todo un embrollo... del que si no ponemos la mente en blanco y bastante de nuestra parte... no salimos.
Estos días pensaba que de verdad me la habían jugado, que había perdido a gente muy importante para mí. Debí informarme bien de todo antes de pasar a la acción. Antes de pensar atrocidades... debí haber pensado las cosas un poquitín.
Pero bueno, ya está. Más o menos, todo ha vuelto a su sitio. Cada uno ha quedado en su lugar... y yo, yo vuelvo a estar contenta :).

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