martes, 19 de julio de 2011

Hoy quiero que parezca que nunca fui tan feliz

 Cuantas veces a lo largo de nuestra vida creemos ser felices, o sencillamente, ¿lo somos? Un momento al azar nos hace felices y lo disfrutamos a tope. Lo recordamos durante un tiempo más o menos duradero. Luego llegan más momentos. Algunos mejores, otros peores. Pero siempre los hay. Siempre sale a flote alguno de esos que nos recuerda lo mucho que merece la pena vivir. Que nos arranca sonrisas infinitas durante pequeños minutos, pero que duran y duran y perduran en nuestra memoria. Una tontería dicha a tiempo, un error sin importancia, un traspié, una fiesta, una canción, un cruce de miradas, el roce de dos cuerpos, un baile, cuatro fotografías, un poquito de alcohol, un bar, el agua, incluso una pila de apuntes. Cualquier cosa es suficiente para marcar un recuerdo como feliz. Siempre y cuando la compañía sea un buen ingrediente, lo demás fluye solo.
Yo tengo algunos favoritos. Y no puedo evitar que sea así. Tengo una lista de momentos VIP que inevitablemente, trepan siempre a los primeros puestos cuando de ser feliz se trata. Este es uno de ellos. 
Lo descubro cada verano, aunque a veces se me olvide. Especialmente y hace poco más de una semana, descubrí que jamás nada me haría sentir aquello. Como a la vez que era feliz, era tan consciente de ello. Vi como el tiempo se detenía entre mis dedos, y como mi cabeza asimilaba el grado de felicidad que estaba rozando. Y fue maravilloso. 
No necesitaba más que encontrarme alrededor de cuarenta niños y niñas de todas las edades, siete buenos amigos, y cuatro veteranos de la vida que me pusieran los pies en la tierra cuando creía despegar. Ah, también era imprescindible encontrarme en ese lugar. En la casita del Frasno. Ese sitio en el que las agujas del reloj se detienen para dejar paso a las mejores sensaciones, para albergar los mejores recuerdos y sobre todo, para ser infinitamente feliz. Tanto, que no soy capaz de explicarlo.
Os lo muestro mejor. Bienvenidos a los campamentos de las Siete Palabras en el Frasno  :)



Gracias. Infinitas gracias a todos los que lo hicisteis posible.

2 comentarios:

  1. Es hermoso convivir con niños.. ellos pueden ser felices con cosas tan sencillas, aveces crecemos y nos olvidamos de divertirnos un poco mas de la cuenta, le buscamos muchos defectos a las cosas, a las personas y a los momentos...

    Que bonito que vivas momentos asii de hermosos, y sobre todo que los disfrutes de esa manera.

    :)

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  2. Me alegro mucho de que te lo hayas pasado estupendamente, y de que hayas sido y seas muy feliz!!.

    A veces los niños son los que nos hacen darnos cuentas de las cosas más bonitas de la vida. Son geniales. Un besote y sigue disfrutando del verano que te lo mereces! =)

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