domingo, 11 de septiembre de 2011

Charcos

No siempre nos mantenemos en el color más bonito, ni en la nota que mejor suena. A veces estamos en grises casi negros. O en bemoles desafinados. A veces todo parece más oscuro que de normal. A veces las cosas parece que se tuercen y no logramos sacar ni un minuto del día a la luz, nada que pueda encaminarlo un poco. Solo son días, luego se pasan. Pero me pregunto demasiadas cosas cuando me encuentro en mitad de estas escalas. Me pregunto porqué me las pregunto. Las odio. No las soporto. No soporto preguntarme mil cosas que ni tienen respuesta, ni puedo encontrarla. No aguanto tener que compadecerme de mí misma y de pronto, cuando parece que todo empezaba a ir hacia delante de verdad. Odio los miedos, las dudas y los sentimientos incontrolados. Odio esta sensación asfixiante, lo que me provoca y lo que me influye. Odio no saber lo que tengo que hacer porque no tengo ni idea de lo que debo, ni de lo que quiero, ni de lo que me apetece. Odio creer que necesito cosas que no están a mi alcance, y no saber que es lo que puedo o o no puedo hacer para que lo estén. Odio sentirme perdida, no estar a gusto con nada. Y lo que más odio, es verme en mitad de este charco, así, sin más, y sin que halla llovido.
Y no, no es un buen día.

3 comentarios:

  1. Lee tu anterior entrada, ya verás como te sientes mejor y te das cuenta de que no merece la pena odiar todas esas cosas que dices que odias, ni siquiera pararte a pensar en ellas. Así que adelante y sonríe.

    Un besote.

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  2. todo el mundo tiene un mal dia siempre,
    no significa que se vaya acabar el mundo,
    ni que no existas, siempre dicen " que los consejos mejores dados a veces cuestan afrontarlos desde la primera persona".
    desde ahora pienso seguirte. me encanta este blogg.

    un beso*

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  3. para malos días como este estamos aquí el resto de las espartanas ;)

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