Te tengo tantas ganas como la última vez. Podríamos apagar las luces solo con mirarnos y empañar los cristales con un único beso. Podríamos hacer tantas cosas como ganas que te tengo. Te apagas y enciendes por aquí dentro como todas esas luces que acabamos de callar y comenzamos a dar vueltas en esta noria una y otra vez. Encajamos perfectamente en las noches que elegimos para hacer nuestras, encajamos perfectamente en los días también. Dejamos paso a todo lo demás hasta que llega el frío y entonces, solo entonces, volvemos a ese beso que desempañará el primer cristal. Y luego llegarán los demás. Los demás cristales y el resto de besos. Y un tornado hará de tu cuerpo y el mío un solo motor. Una carga de energía a mil por hora nos dará tiempo de más y no necesitamos nada ya, tan solo eso, un baile más.
Hace 1 mes
Leyendo la entrada me ha venido a la cabeza la imagen de la escena de amor en Titanic, donde se empañaban los cristales de un coche. Espero que esta historia no tenga el mismo final que la otra.
ResponderEliminarNos leemos.
QUe hermoso mar de sensacioneeeeees :)
ResponderEliminarPreciiosoo me encanta como la narraste la historia :DDD
ResponderEliminarun beso te espero en mi nueva entrada!<3
Que bonito tanta pasión :)
ResponderEliminarMuáa Muáa
Genial, como todo lo que escribes y haces. Te sigo leyendo siempre aunque esté desaparecida... Ya solo me falta una semana para volver (si todo sale bien).
ResponderEliminarUn besote y sigue así.
Ai que bonito dios.
ResponderEliminarTe sigo, espero que te pases por mi blog y si te gusta, me sigas también :)
un besazo enorme!
Silvia A-
llevas muy bien el blog para mi gusto, pásate por el mio, un besito^^
ResponderEliminarte sigo!!
4junio.blogspot.com