martes, 22 de noviembre de 2011

Dulces veinte


A tan solo 23 horas de mi 23, hago un barrido rápido por todo lo que ha hecho que mis veinte fueran tan maravillosos. Me pongo nostálgica pensando que se agotan y que aunque vienen veintiuno ahora y después veintidos, veintitrés... y serán, seguro que tan perfectos o incluso más que estos, no puedo evitar replantearme todo, analizar, recordar... y  suspirar, porque a pesar de lo fantásticos que son muchos de esos recuerdos, ya no son mas que eso. Y que el decir que un día tuve veinte, lo será muy pronto también. Me gusta valorar tanto las cosas, me gusta reflexionar sobre lo que de verdad me importa y darme cuenta, de que a pesar de lo  feliz que soy ahora, lo mejor, está aun por llegar.  Estoy a punto de cruzar de verdad la veintena, y con más ganas que nunca de comerme el mundo aprendiendo sin parar de cada paso hacia delante que de.
Pero sin olvidar jamás que un día, cuando tenía veinte años, mis amigos y mi hermana me prepararon la mejor sorpresa del mundo por mi cumpleaños, vi mi primer concierto de Pereza, y a Almas mudas sobre un escenario tan enorme como el Auditorio de Zaragoza, cursé y aprobé mi tercer año de universidad, formé un grupo de amigas increibles llamado Mozart, y con ellas me fui a París y gané un segundo premio con Freixenet por una campaña de publicidad, celebré mi primer y seguro que no último San Pepe, me fui a Lleida a ver a David, y a esquíar con mis tíos, conocí a mi prima Yaiza, me enamoré más que nunca antes y me desenamoré como jamás hasta entonces, participé en el 15M, aunque después me desvinculé, apoyé a Capitán hasta el final y les vi ganar en el Popyrock, volví a pisar el pueblo de mi madre, y viví el 7º campamento, en el que fui muy muy feliz, jugueteé entre besos y miradas cómplices mientras la luz de la luna se colaba entre el vaho de algun cristal marcando un punto de inflexión en mi piel, mis padres nos llevaron a Londres y me enamoré de cada baldosa, salí, bebí y bailé hasta que mis tacones dijeron que basta ya, fui a Huesca a meloquear, empecé mi último año de universidad, viví las fiestas del Pilar más impredecibles del mundo, pero geniales a la vez, conocí a los chicos de NQD y me enamoré de cada uno de ellos, ví a Capitán tocar en la Plaza del Pilar, comprobé como la distancia no es el olvido y que un buen mail cruza mil fronteras, volví a celebrar Halloween, ví a Almas mudas sacar disco y presentarlo con llenazo absoluto en la Casa del Loco, fui a Pamplona y aprendí que en todo lo malo, hay una lectura mucho mejor, me fui a Barcelona a un congreso de publicidad espectacular y ví en persona a Risto Mejide, me fui de fiesta con los chicos de NQD y descubrí que detrás de cada uno de ellos hay una persona maravillosa... y entre otras muchas cosas, puedo decir que mis veinte han sido, gracias a toda la gente que me rodea, PERFECTOS. Gracias

2 comentarios:

  1. Felicidades, que cumplas muchos más. Para los que somos un poco más mayores que tú, los 20 años son pura nostalgia...ahora bien, no cambio la madurez que tengo ahora.

    Nos leemos.

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  2. Felicidades! Mmm...yo acabo de cumplir 20 y ya quiero que se pare el tiempo, y pensar todo lo que tengo que hacer jeje besos. te sigo

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