martes, 31 de mayo de 2016

el Tiempo. Todo. Locura

Tiraría todo eso que llaman orgullo a la basura, al suelo, incluso a la mierda, si hiciera falta... si después lograra sentirme mejor. Lo pisaría y te lo daría en mano, si tuvieras huevos a cogerlo. O a mirarme. Te lo he dado todo desde el minuto uno. Desde el cero, si contara la verdad. Un todo en el que me incluyo. Te me he dado, como quien deja su libro favorito, como quien se aventura a cruzar sin mirar. Como quien se presenta a un examen para el que no ha estudiado, con un hilo de esperanza porque algo le haga aprobar. Soy esa excusa absurda que siempre se vuelve a autoengañar, ciega, hasta el final. Y esta puta y falsa empatía se me come cada vez que intento borrarte, hasta impedirme respirar. Así que dejo que vuelvas a ganar echándome a perder. Y me creo que así, quizás, un día me valoras más e igual hasta aprendes a mirarme de verdad. Ojalá yo predicando con el ejemplo, o tú con más cojones. Ojalá yo fuerte y tú menos cobarde. Ojalá yo con los ojos abiertos y el corazón cerrado. Y tú... aquí, sin juegos. Sin fuego. Sin ego. CON celos.

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